El fuego es vital en supervivencia, al igual que el refugio, el agua y el alimento. Por eso este tema seria ideal tenerlo en cuenta siempre que salgamos, a una excursión, paseo en bici o a la montaña y Más aún si se está en combate real.
El fuego sirve para calentarnos, esterilizar utensilios de menaje o sanitarios, calentar las comidas, hervir agua, ahuyentar a los animales mientras dormimos, hacer señales, secar ropa, preparar infusiones y un sinfín de utilidades. Por el contrario también puede ser nuestro enemigo, produciendo un incendio, alertando al enemigo de nuestra posición, y otros tantos inconvenientes por lo que en determinadas circunstancias debemos de ser precavidos a la hora de encender el fuego y en el uso y condiciones en que lo hacemos.
Como la capacidad de hacer fuego es un punto importante en la supervivencia, siempre procuraremos llevar por duplicado un encendedor y unas cerillas, impermeabilizadas tanto las cerillas como los dos mecheros. Existe en el mercado unas cerillas que encienden incluso mojadas o con viento fuerte, se las suele denominas antorchas o cerillas de supervivencia. Las cerillas especiales de supervivencia las podemos fabricar nosotros mismos, ya sea aplicándoles esmalte, tipex (corrector líquido que se utiliza en colegios y oficinas, para tapar los errores escritos a bolígrafo), cera, aceite de parafina o parafina en barra como la que se usa en surf, y cualquier otro impermeabilizante que permita la combustión.
Si desgraciadamente nos encontramos en una situación en que no tenemos utensilios preparados para hacer fuego, debemos recurrir a los siguientes métodos de emergencia:
- Con cualquier lente como una lupa, prismático, gafas… proyectando la luz solar sobre el punto central de la yesca seca.
- Con la pólvora de un cartucho, sin el proyectil, cargamos el arma y disparamos (Recuerda sin proyectil), Lo ideal es hacerlo sobre yesca con palos gordos encima para que no vuele la yesca, incluso es mejor hacerlo a una distancia de 1 metro, ya que el fogonazo llegara igual.
- Con una vengala. Las vengalas de barcos nos sirven fácilmente para producir fuego.
- El método más conocido, aunque también el más complicado es el de friccionar de manera fuerte dos palos secos, y de distintas durezas. También se puede hacer con un elemento similar al arco de disparar flecha, para ayudar a friccionar. Con este método iniciaremos una pequeña combustión que veremos en forma de humo y ennegrecimiento de la zona, es entonces cuando añadiremos la yesca seca.
- Hay muchos otros métodos y solamente hay utilizar la imaginación, ya que el metal al friccionarlo rápidamente con una piedra o con otro metal, también produce chispa. Y Combustibles hay cientos, desde el papel al propio alcohol de nuestro botiquín.
Recordar que para mantener mucho tiempo encendido un fuego lo ideal es quemar distintos materiales, ya que unos arderán y se consumirán a distinto tiempo que los otros. Un ejemplo claro seria con vegetación, ya que las hojas y los palos secos, arderán antes que los palos y hojas más verdes.
Para evitar incendios lo ideal es hacer un círculo con piedras o cavar un poco y eliminar la vegetación que exista en 3 metros a redonda de la hoguera.